Estamos en un momento en el que la cultura del cuerpo perfecto ha sido ampliamente difundida, esto se debe en gran parte a las redes sociales y los grandes medios de comunicación en general, donde vemos a celebridades exponiendo sus fotos altamente retocadas y llenas de efectos, haciéndonos creer que no tienen ninguna imperfección en sus cuerpos.
Esto hace que algunas mujeres se sientan mal con su propia imagen, buscando a través de cirugías plásticas y dietas locas alcanzar un estándar de belleza inalcanzable, impuesto a nosotras las mujeres a lo largo de los años.
Además de generar trastornos psicológicos como la depresión, ansiedad, trastornos alimenticios y trastorno de la imagen corporal, ya que en algunas personas genera una obsesión por tener un cuerpo perfecto.
No existe la perfección, ya que tenemos cuerpos diferentes con características propias, por lo tanto, ningún cuerpo será igual a otro, y de ahí viene la frustración.
Hoy en día, tener celulitis y estrías es considerado anormal, y según la industria, necesitas hacer innumerables tratamientos para deshacerte de ellas y ser más hermosa.
Envejecer está prohibido, no puedes mostrar que eres una persona con experiencia y llena de vivencias, la idea es que permanezcas joven y bella siempre, lo cual es humanamente imposible, ya que la edad llega para todos y está bien envejecer de forma saludable, esto es parte natural de nuestra vida.
Y esta presión por la perfección recae principalmente en nosotras las mujeres, ya que la industria junto con los medios de comunicación propagan en masa varios supuestos «problemas» que las mujeres tienen, y lanzan un producto que busca solucionar dichos «problemas», alimentando así la insatisfacción con el cuerpo y la búsqueda por sentirse aceptada por la sociedad.
Pero, ¿qué podemos hacer ante todo esto?
Lo mejor que tú y yo podemos hacer es blindarnos de todo lo que nos causa inseguridad y genera insatisfacción con nuestro propio cuerpo, filtrar a las personas que sigues en las redes sociales y preguntarte si agregan algún valor a tu vida.
Evita compararte con otras mujeres, porque en esa comparación siempre sales perdiendo, ya que cuando nos comparamos, siempre nos colocamos en un lugar de inferioridad, nunca de superioridad o igualdad, y créeme, en las redes sociales se publica el mejor ángulo, con la mejor luz, además de tener edición en las fotos, porque a nadie le gusta mostrar lo que considera defecto.
Si hay algo en ti que te molesta, siempre pregúntate lo siguiente:
¿Esto siempre me ha molestado?
¿Alguien me influenció para ver esto como un defecto?
¿Desde cuándo me molesta esto?
¿Quiero hacer esto por mí o por los demás?
Cuida tu mente, tu salud mental, y luego cuida tu cuerpo y tu bienestar físico, porque todo comienza en los pensamientos, que generan sentimientos y, finalmente, actitudes y elecciones.
Cuida tu cuerpo por ti y para ti, sin convertirlo en una obsesión, siempre priorizando tu salud física y mental, y aléjate de las redes sociales, ya que creo que son la mayor fuente de ansiedad e insatisfacción con el cuerpo y con nuestra vida en general, de todos los tiempos.
