Todos nosotros tenemos algún nivel de timidez, aunque sea mínimo, pero la tenemos. El problema comienza cuando la timidez se convierte en un obstáculo en tu vida, impidiéndote realizar muchas cosas e incluso evitando ciertas situaciones por miedo a los juicios, al temor de pasar vergüenza o a algún tipo de incomodidad en público.
Yo misma sufrí de ese mal desde que era una preadolescente, y eso me acompañó hasta la vida adulta, cuando logré minimizarlo bastante.
Pero no era un nivel bajo de timidez, era aquella timidez que llegaba al punto de tener miedo de hablar con las personas, de saludar a los vecinos, de entrar a una tienda sola y de participar en eventos sociales.
Pero… ¿qué dicen los psicólogos al respecto?
Según los psicólogos, una persona no es tímida todo el tiempo; se vuelve tímida en ciertas ocasiones, y es cierto, ya que cuando estoy con mi familia no soy para nada tímida.
Sin embargo, simplemente me paralizo en ciertas situaciones, como hablar en público, por ejemplo, lo cual me provoca sudor, aumento del ritmo cardíaco y temblores. Todavía no he logrado avanzar mucho en este aspecto, pero estoy trabajando en ello.
Pero hoy en día, gracias a Dios, no soy tan tímida como lo era hace algunos años. He progresado bastante después de investigar mucho sobre el tema y poner en práctica algunos comportamientos nuevos. No hay otra opción más que enfrentar ese miedo, ya que la timidez no es más que miedo.
Hay algunos consejos que me ayudaron, los cuales también puedes poner en práctica, pero ten en cuenta que intentar reducir la timidez debe convertirse en un hábito, es decir, debes esforzarte por mejorar diariamente. No es suficiente hacerlo un día y luego olvidarlo; debes ser constante siempre y en cualquier cosa que hagas. Sin embargo, si tu situación es difícil, busca la ayuda de un profesional.
1. Haz cosas que evitas
¿Conoces esas situaciones de las que huyes debido a la timidez? Entonces, enfréntalas. Exponerte a lo que te causa incomodidad ayuda a que te acostumbres, y lo que parecía un problema insuperable ya no parece tan malo. Verás que todo es producto de tu mente y que puedes manejar esas situaciones. Después de todo, las cosas solo tienen la importancia que les damos.
2. No te preocupes por los juicios
Las personas hablarán de todas formas, ¿verdad? Entonces, ¿por qué no hacer lo que realmente quieres en lugar de evitar algo por miedo o por el que dirán? No te preocupes por lo que no puedes controlar, que en este caso son las palabras y los pensamientos de las personas.
3. No eres el centro del mundo
Todos los tímidos piensan que todos hablarán de ellos cuando llegan a algún lugar. Creen que las personas los están observando todo el tiempo y que los juzgarán. Pero debes saber algo: las demás personas ni siquiera están pendientes de ti, ya que están más preocupadas por sí mismas y a veces ni notan que estás allí.
4. Mantén una postura confiada
Mantener una postura confiada nos ayuda mucho a transmitir seguridad y, sobre todo, a sentirnos confiados. Por eso, presta atención a tu postura. Nada de andar encorvado y mirando al suelo. Mantén siempre una postura erguida, mira hacia adelante y mantén la cabeza alta.
5. Sal solo/a
Esto te ayuda mucho a no sentirte fuera de lugar en público y a entrenar tu autoconfianza.
6. Practica el amor propio
Muchas veces, la timidez está relacionada con la falta de autoestima. Mejorar tu autoestima puede ayudar a reducir significativamente tu timidez. Practica el autocuidado: haz ejercicio, date un día de spa, tómate un tiempo para cuidarte.
7. No te exijas tanto
Tener un poco de timidez no es un problema; a veces, incluso puede ser encantador. Así que no veas la timidez como un gran problema en tu vida. Simplemente, aprende a manejarla y mejora lo que te molesta.
Espero que hayas disfrutado y, sobre todo, que te haya ayudado de alguna manera. ¡Estamos juntas! ¡Hasta la próxima publicación!